De pérdidas y resiliencia, escribiendo con sarcasmo y amor

 

¡La vida no puede conmigo!

¿sabes por qué? Porque soy la maldita protagonista de este circo absurdo. Soy como esa payasa torpe que se cae una y otra vez mientras los espectadores se mueren de risa Pero hey, ¿quién necesita un guionista de Hollywood cuando puedo escribir mi propia historia llena de sarcasmo y resiliencia?

He perdido a personas que pensé que estarían conmigo hasta el final, pero ¿sabes qué? Aunque se hayan largado, al menos fui lo mejor que tuvieron en sus miseras vidas. 

 ¡Karma, no olvidemos esa parte! La pelona… Aunque ahora me toca enfrentar el desafío de seguir adelante sin algunos de mis seres queridos, sé que su amor me acompañará siempre en mi viaje. Y si no, pues ya saben dónde encontrarme: en el cementerio de los recuerdos. 

Ah, y las traiciones, cómo olvidarlas. Pero sabes qué, no me rindo tan fácilmente, no soy de esas idiotas. Soy una experta en levantarme una y otra vez, sacudiendo el polvo de mis jodidos hombros y demostrándole al mundo que nada me detiene. Bueno, quizás un poco el dolor de espalda y la sefuela del carajo jajajaja (Se fue la juventud).

Y qué decir de mis hijos, esos cabrones maravillosos que han crecido y se han convertido en pilares en mi vida. Aunque ya no sean unos niños, su amor y apoyo siguen siendo lo único que vale la pena. Son mi puto motor y la razón por la que sigo adelante, incluso en los días en que todo parece una maldita comedia de mierda.

Y no puedo olvidar a mi nieta, esa hermosa personita que ha llenado mi vida de risas y ternura. Es como un rayo de sol en medio de esta jodida vida. Si algo me enseña, es que siempre hay espacio para más amor y felicidad en este mundo tan caótico.

Y, por supuesto, no puedo dejar de mencionar  a mis hermanos los cuales siempre han estado ahí en las buenas y en las malas. Juntos hemos navegado por los mares turbios de la vida, demostrando que la verdadera familia es la que se mantiene unida a pesar de las putas tormentas, la jodida distancia y las malditas peleas.

En resumen, soy una maldita combinación de sarcasmo y resiliencia. He enfrentado pérdidas, traiciones y desafíos, pero eso no me ha detenido hasta la fecha, ni me detendrá, claro esta, hasta que me llegue la pelona. mientras tanto seguiré escribiendo mi propia historia con una pluma afilada y una sonrisa irónica en mi jodido rostro.

“La vida no puede conmigo, ¿sabes por qué? Porque soy tan extraordinaria que la dejo boquiabierta. Es como un juego para ella, intentando derrotarme una y otra vez. Pero déjame contarte, querida vida, que tus intentos son tan adorables como inútiles. Permíteme compartir contigo algunas perlas de sarcasmo que demuestran mi invencibilidad…”


 

  • La vida no puede conmigo, solo me arroja obstáculos para asegurarse de que no me aburra nunca. ¡Qué considerada! Me pregunto si tendrá algún plan de fidelización o algún descuento por ser cliente habitual.
  • La vida no puede conmigo, pero sigue intentando. Debe ser difícil para ella lidiar con tanta grandeza en un solo ser. Debe sentirse intimidada por mi presencia, por mi brillo, por mi esencia. Pobrecita, no sabe que yo soy inalcanzable.
  • La vida no puede conmigo, pero sigue insistiendo en intentarlo. Supongo que le encanta el espectáculo de verme vencerla una y otra vez. Es como una adicta a las películas de acción, que no se cansa de ver la misma trama una y otra vez. Solo que yo soy la heroína y ella es la villana.
  • ¡Ay, pobre vida! Debe ser agotador tratar de derrotarme. Pero no te preocupes, querida vida, seguiré siendo tu mayor desafío. No te rindas tan fácilmente, que yo tampoco lo haré. Sé que en el fondo disfrutas de esta competencia tan desigual.
  • La vida no puede conmigo, pero sigue haciendo su mejor esfuerzo para demostrarme lo equivocada que estoy. ¡Es tan tierna en su persistencia! Es como una niña pequeña que quiere demostrarle a su mamá que puede hacer las cosas sola. Solo que yo soy la mamá y ella es la niña.
  • La vida no puede conmigo, así que decidió convertirse en mi eterna sombra. ¿No es encantador? Siempre a mi lado, recordándome lo invencible que soy. Es como una mascota fiel que me sigue a todas partes. Solo que yo soy la dueña y ella es la mascota.
  • La vida no puede conmigo, pero sigue intentando como un niño terco que no quiere aceptar que ha perdido en el juego. ¡Qué adorable! Es como un hermanito menor que quiere jugar conmigo a toda costa. Solo que yo soy la hermana mayor y él es el hermanito menor.
  • ¿La vida intentando vencerme? ¡Qué entretenido! Es como un mal chiste que se repite una y otra vez, pero al menos me hace reír. Es como un cómico fracasado que intenta hacerme reír con sus ocurrencias sin gracia. Solo que yo soy la espectadora y él es el cómico.
  • La vida no puede conmigo, así que se ha convertido en mi mayor fan. Siempre presente, aplaudiendo mis victorias y envidiando mi capacidad de salir adelante. Es como una admiradora secreta que me envía cartas de amor y regalos anónimos. Solo que yo soy la estrella y ella es la admiradora.

PD: Así que, vida, lánzame tus mejores golpes, porque no importa lo que me tires, siempre encontraré la manera de responderte con sarcasmo y una buena dosis de puto humor negro. ¡Aquí estoy, lista para conquistarte!

Con sarcasmo y resiliencia en cada palabra, Yenny Astrid Londoño

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top