“Muchos me preguntan cómo he logrado sanar después de su partida, y siempre les respondo con una sonrisa en el rostro. Pero si tan solo pudieran ver el mar de lágrimas que guardo por dentro, comprenderían mi verdadero dolor. Desde aquel día en que se fue, mi corazón se ha convertido en un eterno lamento y no ha habido un solo instante en el que mi alma no haya suspirado por su ausencia.
Aprendí a disimular mi sufrimiento, a ocultar mis lágrimas tras una fachada de fortaleza. Sin embargo, su partida dejó un vacío insondable, un agujero en mi corazón que persiste sin remedio. Cada latido me recuerda lo que perdí y cada aliento lleva su nombre en un susurro de añoranza.
A veces, la vida sigue su curso como si nada hubiera ocurrido, pero mi mundo permanece en penumbra. Aquel brillo radiante que emanaba se extinguió, y la alegría se convirtió en melancolía. Aunque mi sonrisa se refleje en el espejo del exterior, mi alma continúa vistiendo el luto en silencio.
Extraño su risa contagiosa, su amor incondicional, sus palabras reconfortantes. Añoro cada momento compartido, cada abrazo y cada palabra de aliento. Pero ahora, solo quedan recuerdos y un anhelo infinito que parece no tener fin.
Así que, por favor, comprendan que mi aparente sanación no es más que una máscara para enfrentar al mundo. Detrás de esa máscara, mi corazón sigue sangrando y mi alma llora en soledad.
Esta publicación es un testimonio de mi experiencia personal con el duelo por la pérdida de un ser querido. Quiero compartirla con ustedes para que sepan que no están solos en su dolor, y que hay esperanza y luz al final del túnel. También quiero invitarlos a que sean compasivos y empáticos con aquellos que sufren por la pérdida de un ser querido. La pérdida de un ser querido no se supera, se aprende a convivir con ella y a encontrar la fuerza para seguir adelante, aunque el alma siga sintiendo el profundo dolor.”
Espero que esta versión llegue al corazón de las personas y transmita la importancia de la compasión y la empatía hacia aquellos que sufren por la pérdida de un ser querido.